
El pueblo de Cundinamarca en donde hay momias y es cerca a Bogotá: tienen museo con ellas
A unas pocas horas de Bogotá, en el departamento de Cundinamarca, existe un destino que despierta la curiosidad de los visitantes debido a un fenómeno natural único y es por la presencia de momias.
Se trata de San Bernardo, un municipio enclavado en la provincia del Sumapaz, que sorprende por su belleza natural y por conservar cuerpos momificados de forma inexplicable.
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¿Por qué hay momias en San Bernardo?
Desde hace más de cuatro décadas, en el cementerio de San Bernardo comenzaron a descubrirse cadáveres que, en lugar de descomponerse, se conservaban intactos gracias a un proceso de momificación natural.
Aunque no existe una explicación científica definitiva, se han planteado hipótesis que vinculan el fenómeno con el clima del lugar y el consumo de alimentos como el balú, la guatila y la calabaza.
Este curioso suceso ha convertido al pueblo en un referente turístico del centro del país, atrayendo a visitantes que desean conocer de cerca estas momias y entender qué ocurre en este rincón cundinamarqués.
¿Qué actividades ofrece San Bernardo?
San Bernardo es mucho más que su cementerio. El municipio conserva una arquitectura tradicional, con lugares como la Parroquia San Bernardo, reconocida por su altura y diseño colonial.
Uno de los principales atractivos es el Mausoleo de las Momias, ubicado dentro del cementerio municipal, donde los visitantes pueden observar directamente los cuerpos momificados.
El ingreso tiene un valor aproximado de $5.000, con horario de atención de 9:00 a.m. a 1:00 p.m. y de 2:00 p.m. a 5:00 p.m. Los días martes no se presta servicio, y los viernes el acceso es únicamente en la jornada de la tarde.
Para quienes prefieren el contacto con la naturaleza, el municipio ofrece caminatas hacia el Páramo y las lagunas Negra y de los Currucuyes, pertenecientes al Parque Nacional Natural Sumapaz, uno de los ecosistemas de páramo más importantes de Colombia.
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Un lugar lleno de historia
San Bernardo fue fundado el 22 de julio de 1910 por el sacerdote Francisco Antonio Mazo, en homenaje a Monseñor Bernardo Herrera Restrepo, arzobispo de Bogotá.
Su historia está marcada por el esfuerzo de los colonos que llegaron a abrir camino en medio de selvas y montañas.
Inicialmente, fue corregimiento del municipio de Pandi, pero en 1927 alcanzó la categoría de municipio independiente. La memoria histórica del pueblo está impregnada de tradiciones orales y leyendas que aún son parte del imaginario colectivo de sus habitantes.
San Bernardo también es gastronomía y aventura
Este municipio del Sumapaz también se destaca por su gastronomía típica, con platos como la lechona y las picadas de carne, acompañados de frutas locales como el tomate de árbol, la granadilla, la mora y la gulupa.
Los cultivos de guatila, balú y calabaza no solo forman parte de la dieta habitual de los habitantes, sino que también son ingredientes fundamentales en las preparaciones tradicionales del lugar.
Además, San Bernardo es ideal para quienes buscan actividades al aire libre. El entorno montañoso, los miradores naturales con vistas al Cañón de Sumapaz y las condiciones geográficas hacen del municipio un buen escenario para el rapel, el parapente y el senderismo.
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¿Cómo llegar desde Bogotá?
Para llegar desde Bogotá, se debe tomar la salida hacia Soacha y continuar por la vía que conduce a Sibaté y Fusagasugá. Luego, se sigue hacia Arbeláez y, finalmente, hacia San Bernardo. El trayecto dura cerca de cuatro horas por carretera.
También existen rutas de transporte público: desde el Terminal del Salitre se puede viajar hasta Arbeláez y desde allí tomar un bus local hasta San Bernardo. Este último tramo demora aproximadamente 45 minutos.
Asimismo, San Bernardo se ha consolidado como un destino turístico alternativo cerca de Bogotá. Su fenómeno de momificación natural, su riqueza histórica, su entorno ambiental privilegiado y su identidad gastronómica lo convierten en un lugar ideal para quienes buscan un plan diferente y cultural en Cundinamarca.