
Encontrar trabajo sigue siendo un reto para millones de colombianos. No es solo cuestión de enviar una hoja de vida; los aspirantes deben superar entrevistas, exámenes, pruebas técnicas y una lista de documentos que a veces parece interminable. Cada requisito se convierte en un filtro que puede abrir o cerrar una oportunidad laboral.
En medio de esta realidad, la más reciente cifra del Departamento Administrativo Nacional de Estadística (DANE) reveló que en junio la tasa de desempleo se ubicó en 8,6 %. Esto significa una leve mejora frente a meses anteriores, pero no borra el hecho de que más de dos millones de personas aún siguen sin un ingreso fijo.
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Un papel que frenaba contrataciones
En los procesos de vinculación laboral, cada documento solicitado representa tiempo, desplazamientos y, en algunos casos, gastos. Esto se siente con más fuerza en contratos de prestación de servicios, especialmente en el sector público, donde la carpeta de papeles exigidos puede ser más gruesa de lo esperado.
Pero durante décadas, hubo un documento que cruzaba todas las fronteras contractuales: la libreta militar. Ya fuera para un contrato temporal o para un empleo a largo plazo, este papel era casi tan importante como la cédula. Algunos incluso temían salir sin ella por miedo a ser requeridos por las autoridades.
En Colombia, las antiguas redadas del Ejército para reclutar jóvenes al servicio militar quedaron en el pasado gracias a la Ley 1861 de 2017, que prohíbe detenciones sorpresa con este fin. Sin embargo, todos los hombres deben definir su situación militar entre los 18 y 50 años, ya sea prestando servicio o tramitando la libreta militar.
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La decisión que cambió las reglas
El 13 de julio de 2021, el Ministerio del Trabajo emitió la circular 0039, una medida que marcó un giro en la historia laboral del país. El documento establece que ninguna empresa podrá exigir la presentación de la libreta militar para acceder a un empleo, y que este requisito no puede convertirse en un obstáculo para contratar personal.
La medida se dirige especialmente a jóvenes entre 18 y 28 años que buscan su primer empleo, un grupo que antes encontraba este trámite como una de las mayores barreras para entrar al mundo laboral.
Aunque el artículo 42 de la Ley 1861 de 2017 aún contempla la obligación de definir la situación militar para ciertos cargos públicos o contratos específicos, la circular aclara que la ausencia de la libreta militar no puede ser motivo de exclusión en procesos de contratación.
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¿Qué deben saber los empleadores y aspirantes hoy?
En 2025, los empleadores deben tener claro que exigir la libreta militar como requisito de contratación puede ser considerado una práctica discriminatoria. El Ministerio del Trabajo ha reiterado que esta exigencia no puede condicionar el acceso al empleo, y las empresas que insistan en solicitarla pueden enfrentar sanciones.
Para los aspirantes, especialmente jóvenes, es fundamental saber que sí deben definir su situación militar, pero no están obligados a presentar la libreta física. En su lugar, pueden gestionar una certificación provisional que demuestre que están en proceso de cumplir con esta obligación.
Si una empresa solicita la libreta militar como condición para continuar con el proceso de contratación, el candidato puede interponer una acción de tutela y denunciar el caso ante el Ministerio del Trabajo.
Esta medida busca proteger el derecho al trabajo y facilitar la inclusión laboral, especialmente en un contexto donde el desempleo juvenil sigue siendo alto, con una tasa del 15,7 % en el segundo trimestre de 2025.