
Durante la madrugada del sábado 17 de mayo, la rumba en Bogotá tuvo una visita poco común. El alcalde Carlos Fernando Galán llegó hasta la Calle 85 para liderar un operativo de control en bares y discotecas. Según explicó, el objetivo era garantizar que la vida nocturna funcione sin excesos de ruido, de manera segura y respetando a quienes viven cerca o simplemente quieren disfrutar sin inconvenientes.
Al finalizar el recorrido, se sellaron cuatro establecimientos: dos por no contar con medidas de mitigación de ruido, uno por permitir el ingreso de menores de edad y otro por incumplir las condiciones para operar. “Estamos multiplicando los esfuerzos para controlar el ruido en Bogotá. La semana pasada hubo varios sellamientos precisamente por no cumplir con el aislamiento acústico”, afirmó el alcalde.
Este operativo no fue solo de la Alcaldía. También participaron la Secretaría de Ambiente, la Secretaría de Seguridad, la Alcaldía Local de Chapinero y la Policía Metropolitana. Fue un trabajo conjunto para hacer cumplir las normas que regulan la rumba en la ciudad.
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#AEstaHora 1:40 a.m | Realizamos un operativo de inspección, vigilancia y control en los alrededores de la calle 84.
Dos bares fueron sellados por no cumplir con medidas de mitigación de ruido y solo podrán reabrir cuando cumplan con estas medidas.
Además, identificamos la… pic.twitter.com/MifyRyi1uP
— Carlos F. Galán (@CarlosFGalan) May 17, 2025
Rumba en Bogotá: ruido, riesgos y controles
La capital cuenta con una amplia oferta nocturna, desde Chapinero hasta el Centro, pasando por la Zona T y la Calle 85. Cada fin de semana, miles de personas salen a bailar, escuchar música o compartir con amigos. Pero no todo es fiesta. También hay quejas frecuentes por el ruido, riñas, robos, estafas con licor adulterado y el uso de sustancias como la escopolamina para delinquir.
Esta situación no es nueva, pero en los últimos años se ha vuelto más notoria. Algunos establecimientos han relajado sus controles y, en muchos casos, la vigilancia disminuye en la madrugada. Los residentes de zonas con alta actividad nocturna han pedido mayor intervención por parte de las autoridades.
“Identificamos la presencia de tres menores de edad en un bar. También fue sellado. Seguiremos trabajando de manera articulada […] La ley se cumple y la convivencia se respeta”, publicó Galán en su cuenta de X a la 1:40 a.m., tras el operativo.
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¿Qué pasa si un bar incumple las normas?
Los bares o discotecas que incumplen pueden ser cerrados de inmediato, como ocurrió en este operativo. Para reabrir, deben demostrar que hicieron los ajustes necesarios, en especial si el problema está relacionado con el aislamiento acústico. No basta con pagar una multa: si no cumplen con los requisitos, no pueden volver a funcionar.
Además, las autoridades están reforzando los controles para evitar el ingreso de menores de edad y verificar el cumplimiento de normas de seguridad y salubridad. Se espera que los dueños de los negocios asuman una mayor responsabilidad en el manejo de sus establecimientos.
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La rumba continúa, pero con reglas claras
Desde la Alcaldía han sido claros: la vida nocturna es bienvenida, pero tiene que estar regulada. “No se trata de acabar con la rumba”, señalan desde la Secretaría de Gobierno, “sino de garantizar que sea segura, que respete el descanso de quienes viven cerca y que no represente un riesgo para quienes salen”.
Los operativos como el de este fin de semana seguirán en distintos puntos de Bogotá. Chapinero, Teusaquillo, Usaquén, Engativá y el centro son algunas de las zonas priorizadas. El objetivo: que la fiesta siga, pero sin afectar la convivencia ni poner en riesgo la seguridad de nadie.