Hombres murieron en establecimiento de comida.
El duro en la reparación de latas era padre de cinco hijos, los cuales lloran su inesperada partida.
Un latonero de oficio de unos 54 años de edad, fue baleado en las horas de la noche del pasado miércoles en una calle oscura de la localidad Ciudad Bolívar, en el sur de Bogotá, por parte de dos sicarios que se movilizaban en una moto.
El coronel Jimmy Palacios, oficial de Inspección y Vigilancia de la Policía Metropolitana de Bogotá (Mebog), dijo en la emisora La Cariñosa 610 AM de RCN Radio que el ‘duro’ en la reparación de latas salía de su casa cuando de repente a los pocos metros, fue sorprendido por los matones a la altura de la Calle 64 Sur con la Carrera 73.
Lea también: A juicio mujer acusada de matar a su esposo e hijos en Puente Aranda
La víctima identificada como Carlos Julio Sarmiento Rico, recibió cuatro impactos de bala, dos en la cabeza y otros dos en la espalda que lo dejaron en grave estado de salud sobre una fría acera del sector, sitio en el cual fue auxiliado por agentes del orden, quienes lo llevaron de urgencia en una patrulla de la institución a las instalaciones del Hospital de Meissen en donde perdió la batalla contra la muerte.
El coronel Palacios comentó en el noticiero Alerta Bogotá que, unidades de criminalística del Cuerpo Técnico de Investigación CTI de la Fiscalía General de la Nación se hicieron presentes en el laboratorio móvil para adelantar las labores de inspección y traslado de los despojos mortales al instituto de Medicina Legal.
Los pistoleros tras la acción criminal se ‘perdieron del mapa’ y a esta hora son buscados por sabuesos especiales, mientras Karina Sarmiento, hija del acribillado, indicó en La Cariñosa 610 AM que minutos antes del asesinato de su padre, él estaba reparando un taxi.
Le puede interesar: Mascota halló restos humanos en un sector desolado de la localidad de Suba
Parientes de don Carlos Julio lo recordaron en el noticiero Alerta Bogotá como un buen hombre muy solidario que se quitaba el pan de la boca para dárselo al más necesitado, y solo espera que el crimen del ciudadano no quede en la impunidad.
