
Un grupo de estudiantes universitarios en Bogotá crearon un desfile de modas, como una especia de 'terapia' colectiva para enfrentar los temas de salud mental. El evento se denomina 'Envimoda', y tiene como objetivo convertirse en un escenario para promover un lenguaje de sanación emocional.
En lugar de limitarse a mostrar tendencias y propuestas estéticas, la pasarela es un ejercicio de expresión emocional, en respuesta a una realidad silenciosa que afecta a buena parte de su comunidad estudiantil.
Una encuesta interna del programa de Diseño de Modas de la Universidad ECCI reveló que más del 50% de los estudiantes ha enfrentado episodios de ansiedad, depresión o trastornos alimentarios.
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Ante esta cifra, la pasarela opta por darle un enfoque íntimo y simbólico al evento: cada prenda fue una declaración, cada colección una historia personal.
'Envimoda' 2025 tiene varios espacios, uno de ellos es el “Femenino Casual: Un Jardín Encantado”. Se trata de diseños con estampados florales y texturas que evocaban la necesidad de regresar a la calma, a lo esencial.
Varios diseñadores compartieron que esta línea surgió como un ejercicio introspectivo, en el que revivieron recuerdos de infancia para sobrellevar estados depresivos.
"Recordar lo que me hacía feliz de niña fue parte del proceso de crear", expresó una estudiante que participa del evento.
También está la colección “Femenino Formal: Todas al Juego”, que propone una relectura del cuerpo femenino desde la funcionalidad y el empoderamiento. Las prendas plantean una nueva forma de habitar el cuerpo.
En el bloque masculino se destaca la colección “Hombre Modular”, que presenta diseños adaptables y versátiles, concebidos desde la experiencia de jóvenes que conviven con ansiedad social o trastorno por déficit de atención. Esa propuesta apeló a la funcionalidad como una estrategia para afrontar el caos interno.
Una de las colecciones más impactantes fue “Dicotomía en la Penumbra”. Prendas sobrias, tonalidades oscuras y elementos inspirados en la estética gótica, que reflejan los procesos de duelo, confusión emocional y búsqueda de sentido que varios estudiantes decidieron visibilizar a través del diseño.
Los símbolos empleados no fueron una elección estilística, sino una representación directa del dolor enfrentado y la fortaleza construida.
“Es la primera vez que diseño algo que me haría sentir cómoda si me lo pusiera”, confesó una de las participantes, refiriéndose al reto que implica redibujar una imagen corporal propia con la que se ha estado en conflicto.
La jornada concluye con la colección “Alta Costura y Bioarte”, una propuesta que lleva al extremo la relación entre salud mental, la naturaleza y diseño. Con materiales vivos y técnicas experimentales, esta colección fue construida por estudiantes que encuentran en el diseño una respuesta a la sobrecarga sensorial y al aislamiento emocional contemporáneo.
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De acuerdo con los estudiantes que participan en la pasarela, las prendas no solo buscan vestir los cuerpos, sino contar historias, proteger vulnerabilidades y cierran cicatrices.