Para qué son esos enigmáticos techos que nada cubren en los puentes de Bogotá; pueden salvarle la vida
Quienes suelen usar puentes peatonales en Bogotá probablemente se han detenido alguna vez a observar unas estructuras que sobresalen sobre la superficie del paso peatonal y que, a simple vista, no parecen cumplir una función clara.
Lea también: Metro de Bogotá alcanzó avance histórico: va a paso de maratón e ilusiona a los ciudadanos
Parecen techos, pero no cubren por completo del sol ni de la lluvia y no están instaladas en todos los puentes. Su presencia, sin embargo, responde a una razón técnica relacionada con la seguridad de las personas que transitan por estas estructuras.
Para qué son los techos incompletos en puentes peatonales de Bogotá
Aunque parecen ubicadas de manera aleatoria, tampoco forman parte de un elemento decorativo del mobiliario urbano, sino que están asociadas a puntos donde existe riesgo de interacción entre líneas eléctricas y estructuras metálicas. Por eso se encuentran principalmente en puentes peatonales que se encuentran en las proximidades de torres o redes de energía eléctrica de alta tensión.
La cuenta de Instagram @patologia_estructural explica que los puentes peatonales están construidos, en su mayoría, con grandes componentes metálicos que permiten soportar peso y tránsito constante. No cuentan con sistemas internos de electricidad ni requieren conexiones eléctricas para su funcionamiento. Por esta razón, estas estructuras no están conectadas a sistemas de polo a tierra, como ocurre en instalaciones eléctricas, lo que las convierte en superficies que, en caso de contacto con una línea energizada, podrían electrocutar a quienes se encuentren sobre ellas.
Vea después: Así operaban 'Los Ciberreceptores', que se tumbaron hasta $300 millones del presupuesto de un municipio
La cercanía con cables de alta tensión representa un factor de riesgo que es tenido en cuenta desde la planeación de este tipo de obras. Situaciones como movimientos de tierra, vientos, fallas estructurales, hechos derivados de emergencias o acciones humanas pueden provocar el desprendimiento de los cables. En ese escenario, un puente sin ningún tipo de aislamiento podría convertirse en una fuente de peligro para los usuarios que en ese momento se encuentren transitando.
Las estructuras que muchos identifican como techos parciales cumplen una función de barrera física entre los cables energizados y el cuerpo principal del puente. Están elaboradas con materiales aislantes, principalmente madera, que impiden la conducción de corriente eléctrica. De esta manera, si un cable llegara a caer sobre ese punto del puente, el impacto se daría primero sobre una superficie que no transmite electricidad, disminuyendo el riesgo de que la corriente se traslade a la estructura metálica o a las personas.
Además de servir como aislante, estas cubiertas actúan como amortiguadores ante la caída de un cable, reduciendo el impacto directo sobre el puente. Esto permite que el primer punto de contacto sea un elemento diseñado para contener este tipo de contingencias, evitando una descarga directa sobre la superficie por donde caminan los peatones.
La razón por la que no todos los puentes cuentan con esta protección radica en su ubicación. Los que se construyen lejos de redes eléctricas no requieren este tipo de aislamiento adicional, ya que no existen cables cercanos que representen un riesgo similar. Por ello, su instalación depende del entorno inmediato del puente y no de un diseño único para todas las estructuras de este tipo en la ciudad.
Le puede interesar: Les ponen tatequieto a administradores que ponen a conserjes a cumplir labores de celadores
Este tipo de soluciones forman parte de los estándares de seguridad que buscan reducir el riesgo de accidentes asociados a la infraestructura urbana. Muchas de estas medidas pasan desapercibidas para los usuarios, ya que no están pensadas para llamar la atención, sino para actuar de forma preventiva en situaciones que no ocurren con frecuencia, pero que pueden tener consecuencias graves si se presentan.
En una ciudad como Bogotá, donde conviven redes eléctricas, vías de alto tránsito y pasos peatonales elevados, los diseños incorporan medidas de protección que no siempre son evidentes para el ciudadano. Estas estructuras, muchas veces interpretadas como objetos sin utilidad, cumplen una función directa en la seguridad de quienes cruzan los puentes a diario.