
5 errores con su nevera que disparan el recibo de la luz sin que lo note
El consumo de electricidad en el hogar es un tema de gran importancia por el peso que representa en el bolsillo de las familias.
Los electrodomésticos, indispensables en la vida cotidiana, son responsables de gran parte de la energía que se gasta a diario. Entre todos, hay uno que nunca descansa y que, si no se utiliza de la manera adecuada, puede inflar la factura de la luz de forma desproporcionada.
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La nevera, esencial en la cocina para conservar los alimentos, opera las 24 horas del día. Sin embargo, pequeños descuidos en su uso o mantenimiento terminan elevando considerablemente el recibo de la luz sin que las personas se den cuenta.
Errores con la nevera que aumentan el consumo de energía
Mabe, ha compartido algunas prácticas clave para reducir el consumo eléctrico de los refrigeradores. A partir de estas y de los consejos de expertos en eficiencia energética, se pueden identificar cinco errores comunes que afectan tanto al bolsillo como al medioambiente:
- Ubicación inadecuada
Colocar la nevera junto a fuentes de calor como estufas, hornos o ventanas con sol directo obliga al motor a trabajar con mayor esfuerzo, lo que incrementa el gasto de electricidad. Además, no dejar espacio suficiente para que el compresor respire y se ventile también genera sobrecarga.
- Aperturas constantes y desorden interno
Abrir la puerta de manera frecuente o dejarla abierta más de lo necesario provoca que se escape el frío, obligando al equipo a recuperar la temperatura.
Lo mismo sucede cuando no hay organización: buscar un alimento sin encontrarlo rápidamente representa más tiempo con la puerta abierta y, por ende, más consumo.
- Mantenimiento descuidado
No limpiar el condensador, descuidar los empaques de las puertas o dejar acumular escarcha en el congelador reduce la eficiencia del equipo.
Estas acciones generan un esfuerzo mayor del motor y acortan la vida útil del electrodoméstico.
- Ignorar funciones de ahorro
Los modelos modernos incluyen opciones como modo "eco" o sensores inteligentes que regulan el uso de energía según la cantidad de alimentos almacenados.
Desaprovechar estas herramientas significa pagar más de lo necesario en la factura.
- Sobrellenar o dejar espacios vacíos
Cuando la nevera está demasiado llena, el aire frío no circula de manera adecuada. Por el contrario, si está demasiado vacía, el motor trabaja más para mantener la temperatura.
Una buena práctica es equilibrar la carga o incluso usar botellas con agua para estabilizar la temperatura interna.
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¿Cuántos años dura una nevera?
La vida útil de un refrigerador depende de su marca, modelo y mantenimiento, pero en promedio se estima entre 10 y 15 años. Sin embargo, un equipo con cuidados constantes puede extenderse hasta 20 años.
La clave está en hacer limpiezas periódicas, revisar el estado de los empaques y garantizar una ubicación adecuada que no lo obligue a trabajar de más.
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¿Cómo saber que la nevera se está dañando?
Existen señales que advierten cuando un refrigerador comienza a fallar y a gastar más electricidad de lo normal.
Entre ellas están los ruidos excesivos, la formación de escarcha en zonas donde no debería, las fugas de agua, el mal cierre de las puertas o un aumento inusual en el recibo de la luz. Detectar a tiempo estas fallas evita reparaciones costosas y ayuda a mantener un consumo eficiente.