Se les acabo el rebusque a vendedores ambulantes: así dejarán la informalidad

En Bogotá, miles de personas viven del rebusque diario. Venden frutas en las esquinas, arepas en carritos, empanadas al paso, ropa sobre plásticos y todo tipo de productos en el espacio público. Son los vendedores ambulantes, parte esencial del paisaje urbano y pilar de la economía popular. Pero aunque su trabajo sostiene hogares enteros, la mayoría sigue en la informalidad.

Un nuevo estudio de la Secretaría Distrital de Desarrollo Económico (SDDE) propone un cambio de rumbo. En vez de tratar a todos igual, plantea soluciones a la medida que permitan dejar la informalidad sin ahogar a quienes más lo necesitan. La investigación parte de una cifra clara: el 76,7 % de los micronegocios en Bogotá no están formalizados, aunque las razones varían mucho entre unos y otros.

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Tres tipos de negocios, tres razones distintas para seguir informales

El estudio “Radiografía de la informalidad empresarial en Bogotá” le puso lupa a los micronegocios y encontró tres perfiles distintos. Esta clasificación permite entender qué necesita cada uno para dar el salto a la formalidad:

1. Los de subsistencia: el corazón del rebusque (46,4 %)

Aquí están más de 209 mil negocios, muchos liderados por mujeres (49,4 %) y adultos mayores (50,5 % tienen más de 50 años). Venden poco (el 37,7 % no alcanza a sacar un salario mínimo al mes) y evitan el crédito por miedo al endeudamiento. Su principal motivación: la falta de otras fuentes de ingreso (33,7 %).

2. Los de oportunidad: venden bien, pero no se formalizan (30,7 %)

Son 138.648 unidades productivas con buenos ingresos: el 94,3 % gana más de tres salarios mínimos. Usan internet (91,4 %) y podrían crecer mucho más, pero no se formalizan por decisión estratégica. Consideran que los costos, trámites y requisitos no les convienen.

3. Los profesionales y oficios independientes (22,9 %)

Más de 103 mil negocios que llevan años operando sin registrarse. Consultorios, técnicos, servicios especializados. El 45,2 % tiene más de una década funcionando, pero no ven beneficios reales en entrar al sistema.

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Así los vendedores ambulantes dejarán la informalidad

El gran cambio está en la mirada: no se puede meter a todos en el mismo saco. La informalidad tiene muchas caras y cada una necesita soluciones diferentes:

• Para los de subsistencia, como la mayoría de vendedores ambulantes, el enfoque será protección social, formación, empleabilidad y acompañamiento real.
• Para los de oportunidad, se plantea simplificar trámites, ofrecer incentivos y bajar barreras.
• Y para los negocios consolidados, la clave será mostrar beneficios tangibles de formalizarse sin imponer cargas innecesarias.

Gabriel Angarita, director de Estudios Económicos de la SDDE, lo explicó con claridad: “No todos los micronegocios están en la informalidad por las mismas razones. Si queremos impactos reales, las políticas deben reconocer esa diversidad”.

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¿Por qué esto importa tanto para Bogotá?

Esta propuesta cambia la forma en que se ha visto la informalidad durante años. En lugar de castigarla o tolerarla, busca entenderla y transformarla desde adentro, con soluciones reales. Para los vendedores ambulantes, esto significa tener una ruta concreta para formalizarse sin perder su sustento.

El estudio completo se puede consultar en el Observatorio de Desarrollo Económico de Bogotá. Es una herramienta para construir una ciudad más justa, productiva y con oportunidades para todos, desde el carrito de frutas hasta el emprendimiento digital.