Trabajadores domésticos tendrán contrato laboral: esto es lo que debe incluir

En un paso histórico hacia la formalización y protección de los derechos laborales, el Congreso de la República de Colombia aprobó la nueva reforma laboral, que introduce cambios significativos en la contratación de las trabajadoras y trabajadores domésticos.

Este sector, conformado por cerca de 700.000 personas según el DANE, ha sido históricamente uno de los más vulnerables y menos regulados del país. Con la entrada en vigor de la reforma, se establece la obligatoriedad de un contrato laboral escrito para quienes prestan servicios de limpieza, cuidado, cocina y otras labores domésticas, alineando la legislación nacional con el Convenio 189 de la Organización Internacional del Trabajo (OIT).

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Contrato laboral obligatorio para trabajadores domésticos: ¿Qué implica y cómo funciona?

La reforma laboral establece que toda relación de trabajo doméstico debe formalizarse mediante un contrato escrito, independientemente de si la labor es interna o externa, a tiempo completo o parcial. Este contrato debe contener información básica como salario, tipo de trabajo, duración del vínculo, horarios, prestaciones y condiciones sobre horas extras, trabajo nocturno y dominicales.

El contrato debe ser transparente y accesible para ambas partes, y su registro será obligatorio en el Ministerio de Trabajo. Para facilitar este proceso, el Ministerio contará con un plazo de seis meses desde la publicación de la ley para implementar mecanismos digitales que permitan el registro ágil y seguro de estos contratos. Este registro no solo busca formalizar la relación laboral, sino también garantizar la supervisión y el cumplimiento de los derechos de las y los trabajadores domésticos.

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Principales beneficios y garantías para las trabajadoras domésticas

• Estabilidad laboral: el contrato a término indefinido se convierte en la norma general. Los contratos a término fijo solo podrán renovarse hasta cuatro veces antes de convertirse en indefinidos, lo que busca brindar mayor estabilidad.
   
• Pago justo y prestaciones: se garantiza el pago del salario mínimo legal vigente, así como el acceso a prestaciones sociales como cesantías, primas de servicios (al menos dos al año), vacaciones y subsidios. Además, se regulan las horas extras, el trabajo nocturno y los recargos por domingos y festivos, que subirán al 100 % en los próximos años.
   
• Registro y supervisión: el contrato debe registrarse en el Ministerio de Trabajo y en la Planilla Integrada de Liquidación de Aportes (PILA), permitiendo un seguimiento detallado de las condiciones laborales y facilitando la inspección por parte de las autoridades.
   
• Protección frente a despidos: se reconoce la antigüedad y se dificulta el despido sin causa justificada, promoviendo relaciones laborales más duraderas y seguras.
   
• Inspección y sanciones: la reforma prevé un aumento en las inspecciones laborales y sanciones para los empleadores que no cumplan con la formalización y protección de sus empleados domésticos.

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¿Qué cambia para empleadores y trabajadores?

Para los empleadores, la reforma implica la obligación de formalizar la relación laboral mediante un contrato escrito y registrado, así como de cumplir con todas las obligaciones legales en materia de salario, prestaciones y seguridad social. El incumplimiento de estas obligaciones podrá acarrear sanciones administrativas y económicas.

Para las trabajadoras y trabajadores domésticos, la reforma representa un avance en la garantía de sus derechos, acceso a la seguridad social, estabilidad y protección frente a despidos injustificados. Además, podrán afiliarse al régimen subsidiado de salud como mecanismo de protección social, incluso estando formalizadas mediante contrato laboral.

La aprobación de la reforma laboral marca un antes y un después en la protección de los derechos de las trabajadoras y trabajadores domésticos en Colombia. La obligatoriedad del contrato laboral escrito y registrado, junto con la supervisión estatal y el fortalecimiento de las garantías laborales, busca dignificar un sector históricamente marginado y reducir la informalidad, aunque persisten retos para su implementación y cumplimiento efectivo en todo el país