
La tenencia de animales silvestres en cautiverio sigue siendo una de las problemáticas más graves para la biodiversidad de Colombia.
Cuando un ejemplar es separado de su entorno natural, se limita su libertad y se le arrebatan las condiciones necesarias para desarrollarse de manera adecuada. El encierro afecta su comportamiento, genera altos niveles de estrés y, en muchos casos, provoca enfermedades difíciles de tratar.
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El tráfico ilegal de especies daña la vida de los animales y rompe el equilibrio de los ecosistemas. Los monos aulladores, por ejemplo, cumplen un rol fundamental en la dispersión de semillas y en la regeneración de los bosques. Sin ellos, la cadena natural se altera y se pone en riesgo la supervivencia de otras especies.
En Bogotá, recientemente, se conoció un caso que dejó en evidencia la importancia de la denuncia ciudadana. Gracias a la colaboración de la comunidad y a la acción de las autoridades, se logró recuperar un mono aullador juvenil que era mantenido de manera ilegal en un conjunto residencial de la localidad de Fontibón.
¿Cómo fue el rescate de un mono aullador en Fontibón?
El operativo se llevó a cabo tras una alerta de la comunidad, que informó sobre la presencia del primate en una vivienda. Con el apoyo de la Policía Ambiental y la Secretaría de Ambiente, el ejemplar fue rescatado y puesto a salvo.
El mono aullador, procedente de La Guajira, fue trasladado al Centro de Atención y Valoración de Fauna Silvestre del Distrito. Allí recibe atención veterinaria especializada para garantizar su recuperación, ya que los animales víctimas de cautiverio suelen presentar desnutrición, traumas físicos y alteraciones de comportamiento.
Las autoridades destacaron que la colaboración de la ciudadanía es clave para combatir este delito y proteger la fauna que pertenece a los bosques y no a los hogares.
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¿Qué riesgos trae tener un mono aullador en cautiverio?
El encierro de un mono aullador provoca sufrimiento y representa un riesgo para las personas que lo mantienen. Estos animales pueden volverse agresivos debido al estrés y, además, transmitir enfermedades zoonóticas.
Mantener un ejemplar silvestre en un apartamento o en una casa urbana rompe totalmente con sus necesidades naturales: los monos aulladores son animales sociales que requieren grandes extensiones de bosque para desplazarse y alimentarse. Al privarlos de ese entorno, se afecta de manera directa su salud física y mental.
¿Cómo denunciar el tráfico de fauna en Bogotá?
El caso en Fontibón es una muestra de cómo las denuncias ciudadanas permiten salvar vidas. Cualquier persona que tenga conocimiento sobre tenencia ilegal o comercio de animales silvestres puede reportarlo de manera inmediata:
- Línea Nacional de Emergencias: 123
- En Bogotá: 601 3778854 / 318 8277733 / 317 4276828
- Redes sociales oficiales de la Secretaría de Ambiente: @Ambiente_Bogota
Cada llamada marca la diferencia para que más especies como el mono aullador puedan volver a tener una oportunidad en libertad.
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La importancia de los monos aulladores en los ecosistemas de Colombia
El mono aullador (Alouatta seniculus), conocido por su característico rugido que se escucha a varios kilómetros de distancia, es una de las especies más representativas de los bosques tropicales.
Su papel en la naturaleza es fundamental: al alimentarse de frutas y hojas, dispersa semillas que permiten la regeneración de la vegetación y la conservación de los ecosistemas.
Además, este primate funciona como un bioindicador, ya que la presencia de grupos saludables de monos aulladores refleja la buena condición de los bosques donde habitan. Su desaparición afectaría directamente la diversidad de plantas y animales que dependen de esos entornos.
Proteger al mono aullador significa salvar una especie y garantizar que los bosques de Colombia sigan cumpliendo su función de producir oxígeno, regular el clima y servir de hogar a miles de seres vivos.