TransMilenio cierra gigantesco evento con lección a usuarios desobedientes
Lo que comenzó como una campaña de cultura ciudadana terminó transformando el sistema de transporte más grande de Bogotá en una gigantesca galería de arte a cielo abierto. En el marco de la Bienal Internacional de Arte y Ciudad BOG25, TransMilenio cerró con broche de oro su invitación cultural “Ensayos sobre la felicidad en TransMi”, dejando una poderosa lección sobre respeto, corresponsabilidad y apropiación ciudadana.
En total, 41 artistas y colectivos fueron seleccionados entre más de 300 propuestas y recibieron estímulos de hasta $50 millones para intervenir 8 portales y 37 estaciones del sistema. Los muros, tótems y pasillos se convirtieron en lienzos donde el arte urbano convive con millones de pasajeros que usan diariamente el transporte rojo.
TransMilenio, un museo en movimiento
Portales como Suba, Norte, Usme, Américas, 20 de Julio, 80 y El Dorado ahora exhiben coloridas obras que celebran la diversidad y el sentido de comunidad. Las piezas abordan temas como el cuidado del espacio público, la empatía entre usuarios y el respeto mutuo dentro del sistema, uno de los más transitados de Latinoamérica.
“TransMilenio no es solo un sistema de transporte, es un escenario de encuentro, donde se cruzan las historias de Bogotá. Con esta intervención queremos que sus estaciones se conviertan en una galería a cielo abierto que celebre lo que somos y lo que compartimos”, destacó Santiago Trujillo, secretario de Cultura, Recreación y Deporte.
Las obras se desarrollaron dentro del convenio “En TransMi Pasan Cosas Buenas”, una estrategia liderada por la Alcaldía Mayor, TransMilenio S.A., el IDIPRON y la Secretaría de Cultura, para fomentar la cultura ciudadana y combatir el desorden dentro del sistema a través del arte.
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Una lección para los usuarios que no respetan
Para María Fernanda Ortiz, gerente de TransMilenio S.A., estas iniciativas son una oportunidad para mostrar que el cambio empieza por cada usuario. “Con el convenio buscamos promover los gestos cotidianos de respeto, colaboración y cuidado que hacen posible una mejor experiencia de viaje. Los murales invitan a reconocer la importancia de lo compartido y a apropiarse de TransMilenio, que es un bien de toda la ciudadanía”, afirmó.
Los murales, más allá de embellecer, se convierten en una herramienta pedagógica frente a los comportamientos que deterioran el sistema, como el vandalismo o el mal uso de las estaciones. Según una encuesta de la Secretaría de Cultura e IDIPRON, el 85% de los usuarios considera que TransMilenio es parte fundamental de la cultura bogotana, y el 88% rechaza los daños a la infraestructura.
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Arte que viaja con los bogotanos
Las estaciones intervenidas incluyen puntos emblemáticos como Movistar Arena, Museo Nacional, CAN – British Council, Bicentenario, Perdomo y La Castellana. Cada mural busca generar una pausa visual en medio del caos cotidiano y recordar a los usuarios que la convivencia también se pinta con respeto.
La Bienal BOG25, bajo el eje “Ensayos sobre la felicidad”, propone reflexionar sobre cómo el arte puede mejorar el bienestar colectivo. En ese sentido, TransMilenio se consolida no solo como un sistema de transporte, sino como un laboratorio urbano de diálogo, memoria y esperanza.
Con esta intervención, Bogotá demuestra que el arte también puede poner orden, inspirar respeto y transformar espacios que antes solo se asociaban con el estrés del día a día. En TransMilenio, la lección está clara: cuidar el sistema también es una forma de arte.