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6 Mar 2019 11:58 AM

Un man y una vieja cayeron en Bosa por robar un carro y secuestrar a su dueña

Héctor Santiago
Guaman Espinosa
Otro de los delincuentes logró evadir el cerco policial tras una persecución de película en el sur occidente de Bogotá.

Luego de una cinematográfica persecución al mejor estilo de las películas de Hollywood, agentes del orden en Bogotá lograron agarrar en la localidad de Bosa a un tipo y una vieja en las horas de la media noche del pasado martes 5 de marzo, quienes minutos antes le habían tumbado el carrito a una conductora. 

El coronel Libardo Palacio, oficial de Inspección y Vigilancia de la Policía Metropolitana en la ciudad (Mebog) dijo en la emisora La Cariñosa de RCN que fueron dos ‘manes’ y una mujer los que interceptaron a la ciudadana cuando manejaba su nave por los lados de la Calle 80 a la altura de la Avenida Boyacá, localidad de Engativá

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Los pillos, con revolver en mano y con una sarta de vulgaridades, intimidaron a la señora, la amarraron de pies y manos, la amordazaron y la metieron otra vez en el vehículo robado para tomar rumbo hacia el sur occidente de la capital del país con tan mala fortuna que, al ingresar a la zona séptima, se encontraron de frente con un puesto de control de la policía. 

Los malandros al ver patrulleros de la institución, le ‘metieron chancleta al acelerador y, rápidos y furiosos, emprendieron la fuga por calles de la zona, pero finalmente fueron alcanzados y atrapados por cuadrantes de la institución.  

El coronel Palacio manifestó en el noticiero Alerta Bogotá que lamentablemente uno de los delincuentes logró evadir el cerco policial fugándose en medio de la oscuridad, mientras el otro individuo y la ladrona quedaron a órdenes de la ley en la Unidad de Reacción Inmediata (URI) de Kennedy en donde deberán enfrentar a la justicia por sus culpas. 

Sobre ‘la robada’ y secuestrada, se logró establecer que resultó ubicada en la silla trasera de la nave pálida del susto por la acción de los malandros y la persecución que enfrentó, pero al darle un vasito con agua y regresarle los colores a la cara, puso el denuncio respectivo y fue llevada al lado de su familia, a quienes les relata con pelos y señales de la odisea vivida.