A pocos días de la noche de Halloween, una de las celebraciones más esperadas del año, muchas personas comienzan a prepararse no solo con disfraces y decoraciones, sino con rituales y amuletos destinados a protegerse de las "malas energías".

Aunque para algunos es una fiesta divertida, para otros el 31 de octubre representa una fecha cargada de simbolismo espiritual y energético, en la que aumentan supersticiones, agüeros y creencias ancestrales.

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Algunas personas aseguran que durante la noche de Halloween, también conocido como la Noche de las Brujas, se realizan rituales y prácticas ocultas, razón por la cual se recurre a objetos protectores como amuletos, piedras energéticas, plantas y símbolos ancestrales.

Amuletos protectores más usados en Halloween

Entre los elementos más populares para alejar las malas energías durante esta temporada destacan el Ojo Turco, la Mano de Fátima, los cuarzos, los listones rojos y las tradicionales calabazas. Cada uno posee un simbolismo especial que, según las creencias, actúa como un escudo contra las influencias negativas.

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El Ojo Turco, también conocido como nazar, es un amuleto de color azul proveniente de Turquía y Grecia. Se dice que tiene el poder de repeler la envidia y el mal de ojo, devolviendo la energía negativa a quien la envía. Por eso, muchos lo llevan colgado en collares, pulseras o lo colocan en la entrada de sus hogares.

La Mano de Fátima —llamada también Jamsa o Khamsa— es un símbolo de origen árabe y judío que representa la protección divina. Se cree que su figura, con una mano abierta y en ocasiones un ojo en el centro, actúa como una barrera frente a la maldad y las enfermedades, además de atraer la buena suerte.

Los cuarzos y piedras energéticas, como la turmalina negra, la amatista o el ojo de tigre, también son muy utilizados. La turmalina se asocia con la absorción de las energías negativas, la amatista con la tranquilidad espiritual y el ojo de tigre con la protección ante envidias y engaños.

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El listón rojo, un clásico de las supersticiones latinoamericanas, es considerado un amuleto eficaz contra el mal de ojo. Para que funcione, debe atarse en la muñeca con siete nudos y ser colocado por una persona que le desee el bien al portador.

En cuanto a las calabazas, su uso va más allá de la decoración típica de Halloween. Según la tradición, al tallarlas con rostros y encenderles una vela en su interior, sirven para espantar los espíritus malignos y guiar las almas de los difuntos hacia la luz. Colocarlas en la entrada de los hogares es una práctica que, se dice, protege el lugar de energías oscuras.

Rituales y prácticas para limpiar las energías

Además de los amuletos, existen diversos rituales que se realizan durante Halloween para purificar el cuerpo y el espíritu. Caminar descalzo sobre la tierra es uno de ellos, pues se cree que permite descargar las energías negativas a través de las terminaciones nerviosas de los pies y conectar con la energía natural del planeta.

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Los baños de plantas como ruda, romero o árnica son otra práctica común. Estas hierbas, consideradas protectoras, se mezclan con agua y se usan para eliminar la “mala energía” acumulada. Igualmente, el uso de inciensos elaborados con laurel o salvia blanca ayuda a limpiar los espacios y crear un ambiente de paz y equilibrio.