¿Cómo funcionan los grados de alcohol en las pruebas de alcoholemia? Experto acaba con las dudas
En los últimos días, en Bogotá se han presentado algunos casos de siniestros viales producidos por borrachos al volante. Uno de ellos tuvo lugar en la localidad de San Cristóbal, donde un taxista en estado de embriaguez arrolló a once personas, dejando varios heridos y, hasata el momento, una menor de 15 años fallecida.
Otro caso se dio en la noche del pasado martes, en la localidad de Kennedy, en donde otro conductor bajo los efectos del alcohol atropelló a varios motociclistas, lo que desató la ira de múltiples moteros que decidieron hacer justicia por mano propia y lincharon al conductor del vehículo.
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En ese contexto, Alerta Bogotá 104.4 FM entrevistó a Cristian Jiménez, exfuncionario del Ministerio de Transporte y de la Secretaría de Movilidad, quien explicó el alcance jurídico y administrativo de los casos de embriaguez al volante. Según Jiménez, la ley 1696, conocida como Ley Merlano, establece cinco grados de alcoholemia y sanciones que varían según el nivel detectado y el tipo de vehículo.
Entrevista Cristian Jiménez, experto en transporte - Alerta Bogotá
“El primer grado, el 0, implica un año de suspensión de la licencia, una multa cercana a 3.624.000 pesos y la inmovilización del vehículo por un día hábil”, detalló el especialista. En los casos más graves, el grado 3, la sanción asciende a cerca de 28.988.000 pesos, con diez días de inmovilización y la suspensión del derecho a conducir durante diez años.
Jiménez aclaró que, en los casos de transporte público, escolar o de enseñanza, las sanciones se duplican tanto en el valor económico como en la duración de la suspensión. “La ley es clara en que los conductores de servicio público tienen una responsabilidad mayor frente a los usuarios y a la sociedad”, indicó.
¿Cómo es el proceso de la prueba de alcoholemia?
El experto precisó que existen diferentes tipos de pruebas: la de tamizaje, la realizada con alcohosensor y la médica, efectuada por un legista o mediante análisis de sangre. “La prueba de tamizaje solo determina si hay presencia de alcohol o no. Cuando el resultado es positivo, se remite al conductor para una valoración más precisa”, explicó Jiménez.
En el caso del taxista involucrado en el accidente de hace unos días en San Cristóbal, inicialmente se informó que tenía grado 2 de embriaguez; sin embargo, la general Susana Blanco, comandante de la Dirección Nacional de Tránsito y Transporte, confirmó que el resultado final fue grado 3. Según Jiménez, lo más probable es que se haya realizado una sola prueba, posiblemente de sangre, cuyos resultados fueron remitidos a la Fiscalía para continuar el proceso judicial.
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“Solo puede hacerse una prueba formal. Si es médica o de sangre, esa es la que determina el grado oficial de alcoholemia”, señaló. Agregó que, cuando ocurre un accidente, los conductores implicados deben ser trasladados a Medicina Legal para los exámenes correspondientes, cuyos resultados serán analizados por la autoridad competente.
Mitos sobre el enjuague bucal y otras bebidas
Durante la misma entrevista, se planteó una duda frecuente entre los conductores: si el uso de enjuague bucal o bebidas energizantes puede alterar los resultados de las pruebas de alcoholemia. Según el experto, aunque algunos de estos productos contienen etanol, su impacto en las pruebas es mínimo.
“Medicina Legal hizo pruebas y determinó que el enjuague bucal puede generar un resultado de 0.01, que no es significativo”, explicó. Añadió que solo si una persona ingiriera grandes cantidades de enjuague bucal podría presentar una lectura más alta, lo cual no corresponde a un consumo habitual.
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Cristian Jiménez también descartó que bebidas como el Vive 100 o dulces con anís puedan justificar un resultado positivo. “Esos son mitos. El enjuague solo pasa por la boca y no llega a la sangre. Lo que marca el alcoholímetro es el etanol que se encuentra en el organismo, no en el aliento pasajero”, puntualizó.
Finalmente, Jiménez advirtió que conducir bajo los efectos del alcohol no solo acarrea sanciones administrativas, sino también consecuencias penales que pueden incluir prisión. “Hoy tenemos muchos accidentes ocasionados por personas que conducen en estado de embriaguez. Ya no se trata solo de suspender una licencia, sino de enfrentar procesos judiciales que pueden terminar en cárcel”, afirmó en Alerta Bogotá 104.4 FM.