Advierten a propietarios: papel evitaría que inquilinos le quiten la casa

Muchos propietarios en Bogotá arriendan sus apartamentos o casas confiados en que un contrato básico los protege. Firman, acuerdan el canon mensual y entregan las llaves creyendo que todo está bajo control. Pero la realidad legal en Colombia es mucho más compleja, y no conocerla puede salir muy caro… incluso hasta perder el inmueble.

Aunque suene exagerado, ya han ocurrido casos en el país donde, por no tener un contrato bien elaborado o autenticado, el arrendatario terminó quedándose con la vivienda. Así como lo lee. Un arriendo informal puede terminar en un proceso judicial que deje al dueño fuera de su propia propiedad.

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¿Cómo puede un inquilino adueñarse del inmueble?

El abogado y asesor jurídico Juan Felipe Sicua explicó en entrevista con Red+ que esto sucede cuando el dueño se desentiende totalmente del bien, permitiendo que el arrendatario asuma todas las responsabilidades, como si fuera el verdadero propietario. Esto abre la puerta a que, con el tiempo, pueda reclamar la propiedad a través de la prescripción extraordinaria del dominio.

Según la Corte Suprema de Justicia, esta figura aplica cuando alguien ocupa un bien de forma pública, pacífica e ininterrumpida durante al menos 10 años, actuando como dueño. Y si el propietario no se opone ni hace valer sus derechos, el inquilino puede iniciar un proceso para quedarse legalmente con la casa.

“El arrendatario no solo debe tener el ánimo de adueñarse del bien, también necesita pruebas, un hito que demuestre desde cuándo actúa como dueño y que el propietario fue notificado para ejercer su defensa”, explicó Sicua.

El documento que evita le quiten el 'rancho'

Para evitar este tipo de situaciones, lo más efectivo es tener un contrato de arrendamiento bien redactado y autenticado. Aunque a veces se vea como un trámite más, este documento tiene fuerza legal y deja claro que el inquilino solo ocupa el inmueble con autorización del propietario.

Debe incluir detalles clave: el valor mensual, el plazo de duración, condiciones de uso y —muy importante— la cláusula de terminación por incumplimiento. Esto le permite al propietario actuar con respaldo si hay problemas de pago o alguna violación del acuerdo.

“El arrendamiento es un acuerdo entre dos partes, donde una entrega el bien y la otra paga por usarlo, pero eso no le da al arrendatario derechos de propiedad”, insistió Sicua.

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Recomendaciones clave para arrendar 

Si está pensando en arrendar su vivienda, tenga en cuenta estas precauciones:

• Firme siempre un contrato escrito y autentíquelo en notaría.

• Registre los pagos por medios bancarios para dejar constancia.

• Defina un plazo claro de duración y condiciones para terminar el contrato.

• Incluya cláusulas frente a incumplimientos.

• Visite el inmueble periódicamente y mantenga comunicación constante con el arrendatario.

Arrendar no tiene por qué convertirse en un problema legal. Pero sí requiere estar bien informado y contar con herramientas jurídicas que respalden su propiedad. Como bien dijo Sicua: “Cuando el dueño se desentiende del inmueble y el inquilino actúa como propietario, se corre el riesgo de perderlo todo”. Así que no se trata de tener miedo, sino de arrendar con cabeza fría y el respaldo correcto.