
Ministerio se paró en la raya: colegios no puede irse de 'abejas' con los pelados
En Bogotá, como en muchas otras ciudades del país, es común que las instituciones educativas exijan a sus estudiantes presentarse con el uniforme escolar para ingresar. Sin embargo, hay familias que con dificultad logran cubrir lo básico, y esta exigencia puede convertirse en una barrera. Afortunadamente, la ley es clara: no tener uniforme completo no puede ser excusa para negar el derecho a la educación.
Desde hace varios años, el Ministerio de Educación ha reiterado que ningún niño o adolescente puede ser excluido de las actividades académicas por no contar con el uniforme, especialmente si hay razones económicas. El Concepto 40584, expedido en 2010 y actualizado en 2016, establece que los colegios no pueden prohibir el ingreso de estudiantes si sus familias enfrentan dificultades económicas.
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¿Qué pasa con el manual de convivencia?
Es cierto que todas las instituciones en Colombia cuentan con un manual de convivencia, que regula temas como el uso del uniforme, el comportamiento y las sanciones. Pero este documento no puede estar por encima de los derechos fundamentales. Así lo ha reiterado el Ministerio de Educación.
Aunque el manual exija el uniforme, el colegio no puede suspender, devolver a casa o sancionar a un estudiante si hay una justificación válida para no cumplir con esa norma. Tal como lo establece la entidad: “La falta de uniforme por razones económicas no podrá privar al estudiante de participar en las actividades académicas”.
Más allá del uniforme: libre personalidad y respeto
El problema no se limita al uniforme. En algunos casos, los colegios sancionan a los estudiantes por usar piercing, tener el cabello largo o vestir diferente. El artículo 43 del Código de Infancia y Adolescencia es claro: las instituciones deben garantizar el respeto a la dignidad, integridad física y moral de los estudiantes. Esto incluye el derecho al libre desarrollo de la personalidad.
En ese sentido, no se puede excluir a un estudiante por portar un arete o tener el pelo largo, aunque el manual de convivencia lo prohíba. Como lo indican varios expertos: “Las reglas internas deben respetar la Constitución y los derechos fundamentales”.
¿Qué hacer si no dejan entrar a un estudiante por el uniforme?
El abogado Jackson Peláez, del bufete JPeláez y Abogados, aconseja actuar ante estas situaciones. “En caso de sentir que los derechos del estudiante han sido vulnerados, se recomienda contactar a la personería más cercana para recibir asesoría legal y, si es necesario, iniciar una acción de tutela”, explicó.
El proceso es sencillo: se revisa la documentación, se determina si procede la tutela y, si aplica, un abogado de turno la redacta y explica los pasos a seguir.
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Así le ocurrió a Sandra Rincón, madre cabeza de hogar en Bosa: “Mi hijo no tenía el uniforme de educación física porque no había plata. Lo dejaron por fuera de clase, pero cuando mencioné que iba a hablar con la personería, lo dejaron entrar sin problema”, contó.
Este tipo de situaciones dejan claro que, aunque hay normas establecidas, aún es necesario que las familias conozcan sus derechos. Porque en Bogotá, la educación debe ser un derecho garantizado, no un privilegio condicionado a tener uniforme nuevo.