Reforma laboral les mete presión a conjuntos: celadores pagarían los platos rotos

La discusión sobre la reforma laboral sigue generando debate en diferentes sectores del país. Aunque el objetivo del proyecto es mejorar las condiciones de los trabajadores, no todos ven con buenos ojos los cambios propuestos, especialmente en lo relacionado con los recargos nocturnos y dominicales.

Le puede interesar: Trabajo de noche y domingos: así le afectará la nueva Reforma Laboral

Administradores de edificios, empresas de seguridad privada y residentes de conjuntos residenciales han manifestado su preocupación por el impacto económico que podría tener la reforma si se aprueba tal como está planteada.

¿Qué plantea el artículo 11 de la reforma laboral?

Durante el debate del 27 de mayo en la Comisión Cuarta del Senado, el artículo 11 fue uno de los más discutidos. Este propone ampliar la franja horaria del recargo nocturno, que pasaría a aplicarse desde las 7:00 p.m. hasta las 6:00 a.m., y mejorar el pago de domingos y festivos.

Aunque la medida suena positiva para los trabajadores, varios sectores advierten que puede traducirse en un aumento considerable de costos operativos. “Es uno de los sectores más afectados por los recargos nocturnos y dominicales. Hay que recordar que las empresas de seguridad trabajan 24/7 y eso incrementaría los costos”, explicó Camilo Cuervo, abogado de Holland & Knight.

Lea también: Trabajadores tendrían 3 días de descanso: nueva reforma laboral lo haría posible

Conjuntos residenciales preocupados por costos

En Colombia, las empresas de seguridad privada están reguladas por la Superintendencia de Vigilancia y Seguridad Privada, que establece una tarifa mínima por el servicio. Actualmente, esa tarifa ronda los $14,3 millones mensuales por vigilante armado, incluyendo póliza de vida.

Este valor se calcula con base en un promedio de 720 horas al mes. Pero con los nuevos recargos propuestos en la reforma, el costo por celador podría aumentar en cerca de $5 millones. Según Cuervo, esto significaría que la tarifa por hora pasaría de $218.000 a $382.000. “El impacto podría llegar a ser del 25 % en los costos mensuales para las empresas de vigilancia”, advirtió.

El problema es que estas empresas no pueden negociar libremente los precios con sus clientes, ya que están sujetas a las tarifas oficiales. Esto deja a muchos conjuntos residenciales en una encrucijada: asumir el alza en las cuotas de administración o reducir personal y turnos nocturnos.

No deje de leer: Vecinos de Mosquera respiran: ya no se quedarán sin agua

Celadores podrían perder el empleo

Ante este panorama, la Federación Colombiana de Empresas de Seguridad (FedeSeguridad) propuso una implementación progresiva de la reforma. Una de las sugerencias es que la jornada nocturna comience a las 8:00 p.m. a partir de 2026, y no a las 7:00 p.m. como se propone actualmente.

También piden que el recargo dominical se incremente de forma gradual: 80 %, luego 90 % y, finalmente, 100 %, teniendo en cuenta el alto número de festivos en el calendario colombiano.

Varios administradores en Bogotá ya analizan si deberán recortar el servicio nocturno o aumentar significativamente las cuotas de administración, en caso de que el Congreso no introduzca cambios al proyecto.

Por ahora, el artículo 11 aún no ha sido aprobado. El debate en el Senado continúa y todo indica que habrá ajustes antes de una votación definitiva. Sin una reforma equilibrada, sectores como el de la vigilancia —que operan sin interrupciones— podrían terminar asumiendo cargas económicas difíciles de sostener.