Cómo lograr un chicharrón crocante, pero jugoso: truco con 2 ingredientes
Cómo lograr un chicharrón crocante, pero jugoso: truco con 2 ingredientes
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29 Mayo 2025 12:17 PM

Cómo lograr un chicharrón crocante, pero jugoso: solo necesita dos ingredientes caseros

July
Morales
Hay un truco que garantiza un chicharrón perfecto. Además, conozca qué hacer para devolverle la crocancia a uno ya cocinado.

El chicharrón de cerdo es uno de los alimentos más consumidos en la gastronomía colombiana. Su textura crocante, sabor intenso y versatilidad lo han convertido en el favorito de muchos para acompañar platos típicos como la bandeja paisa, los fríjoles o incluso como pasabocas en reuniones familiares.  

Sin embargo, no siempre queda como se espera. En muchas ocasiones, el resultado es una corteza dura, gomosa o excesivamente grasosa, lo cual arruina la experiencia. 

Afortunadamente, existe un truco sencillo que garantiza un chicharrón perfectamente crocante por fuera, pero jugoso por dentro. Para ello solo se requieren dos ingredientes que están al alcance de cualquier cocina y es la sal y bicarbonato de sodio, conozca cómo usarlos.  

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Truco secreto para que el chicharrón le quede crocante y jugoso

El secreto está en preparar adecuadamente la piel del cerdo antes de llevarla a la sartén o a la olla.  

El primer paso consiste en aplicar sal común sobre la superficie del cuero. Esta acción le da sabor y permite que la piel se deshidrate. Al perder humedad, se evita que el chicharrón explote con fuerza al momento de fritarse y se promueve una textura más firme. 

Después de haber dejado actuar la sal durante aproximadamente una hora, esta debe retirarse completamente. En ese punto entra el segundo ingrediente: el bicarbonato de sodio.  

Una pizca sobre la piel del cerdo basta para provocar una reacción que ayuda a generar burbujas en la superficie al momento de la cocción. Estas burbujas son las que dan origen a la corteza aireada y crocante que tanto se quiere. 

El bicarbonato actúa como un agente alcalino que descompone parcialmente la grasa superficial, permitiendo que se dore más rápidamente sin necesidad de someter el chicharrón a temperaturas extremas por tiempos prolongados.  

Este truco, que ha circulado entre expertos cocineros y amantes de la comida casera, puede marcar la diferencia entre un chicharrón común y uno completamente delicioso

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¿Cómo hacer que los chicharrones vuelvan a estar crujientes? 

En ocasiones se preparan con anticipación o sobran porciones de chicharrón. El problema es que, al enfriarse, pierden su textura crocante. Ante esto, existe una manera sencilla de devolverles su crocancia sin necesidad de fritarlos nuevamente en aceite. 

Una opción recomendada es utilizar el horno. Hay que precalentarlo a 180 °C, colocar los chicharrones sobre una bandeja con papel parafinado y dejarlos allí entre 10 y 15 minutos. El calor seco del horno elimina la humedad acumulada y restablece la textura crujiente. 

Otra alternativa es la freidora de aire. Este electrodoméstico permite recalentar alimentos con una textura similar a la fritura, pero sin exceso de grasa. Solo se deben colocar los chicharrones durante unos 5 a 7 minutos a 180 °C y estarán listos para disfrutarse nuevamente. 

¿Es sano comer chicharrón de cerdo? 

Aunque es un alimento tradicional y delicioso, el chicharrón debe consumirse con moderación. Está compuesto en gran parte por grasa de cerdo, lo que lo convierte en un producto con alto contenido calórico y de colesterol.  

Según la Organización Panamericana de la Salud (OPS), las grasas saturadas presentes en este tipo de alimentos aumentan el riesgo de enfermedades cardiovasculares si se consumen en exceso. 

Pero, incluirlo ocasionalmente en una dieta equilibrada no representa un problema significativo para personas sanas.  

Para quienes desean reducir su impacto nutricional, existen algunas recomendaciones: retirar parte de la grasa visible antes de cocinarlo, prepararlo en su propia grasa sin agregar aceite adicional y acompañarlo con alimentos ricos en fibra como ensaladas, plátanos al vapor o arroz integral. 

Además, optar por porciones pequeñas y no convertirlo en un alimento de consumo diario permite disfrutar de su sabor sin afectar de manera grave la salud. Como con cualquier alimento tradicional rico en grasas, la clave está en el equilibrio.

Fuente
Sistema Integrado Digital.