
El yogur griego se ha ganado un lugar especial en la alimentación saludable gracias a su textura espesa, su sabor suave y su alto contenido de proteínas.
A diferencia del yogur tradicional, este producto se somete a un proceso de colado que elimina el suero líquido y da como resultado una consistencia más cremosa y concentrada en nutrientes. Además, contiene menos lactosa y más probióticos.
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Numerosos estudios han demostrado que el consumo regular de yogur griego puede contribuir a mejorar la flora intestinal, fortalecer el sistema inmunológico, favorecer la pérdida de peso y mantener la masa muscular.
Por otro lado, gracias a su versatilidad, puede incluirse en preparaciones dulces o saladas, desde desayunos con frutas y granola hasta aderezos y salsas para platos principales.
Sin embargo, a pesar de sus múltiples beneficios, su precio en el mercado puede resultar elevado, especialmente si se adquieren presentaciones individuales o productos con etiquetas comerciales. Por esta razón, las personas optan por prepararlo en casa.
Elaborar yogur griego casero permite ahorrar dinero y controlar los ingredientes, evitando conservantes y ajustando el sabor y la textura al gusto personal. A continuación, le presentamos una receta sencilla, económica y muy saludable.
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¿Cómo hacer yogur griego en casa?
Para elaborar un yogur griego casero, cremoso y natural, se requieren pocos ingredientes y utensilios básicos que suelen estar disponibles en la mayoría de los hogares.
La clave está en la fermentación adecuada y en el proceso de colado que distingue a este tipo de yogur del tradicional.
Ingredientes:
- 1 litro de leche entera.
- 2 cucharadas de yogur natural sin sabor (que actúe como cultivo iniciador).
- 1 colador grande.
- 1 paño de cocina limpio o una gasa.
- 1 recipiente grande para escurrir.
Preparación:
- Calentar el litro de leche en una olla hasta que comience a formar burbujas, pero sin dejarla hervir (alrededor de 85 °C). Luego, retirar del fuego y dejar enfriar hasta que esté tibia, a unos 45 °C.
- Añadir las dos cucharadas de yogur natural y mezclar bien hasta disolver por completo. Es importante que el yogur contenga cultivos vivos (probióticos).
- Tapar la olla y mantenerla en un lugar cálido durante 6 a 10 horas, sin moverla. Puede envolverse con un paño y dejarse dentro del horno apagado para conservar la temperatura.
- Una vez cuajado, colocar el colador sobre un recipiente grande, forrarlo con la gasa o paño y verter el yogur.
- Dejar escurrir en refrigeración durante al menos 2 horas, dependiendo de qué tan espeso se desee el resultado final.
- Una vez alcanzada la textura deseada, guardar el yogur griego en un recipiente hermético.
- El suero que se escurre no debe botarse, ya que es rico en nutrientes y puede utilizarse en batidos, panes o sopas.
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¿Cómo almacenar el yogur griego para que dure más?
Una vez preparado, el yogur griego casero debe conservarse en el refrigerador para garantizar su frescura y mantener sus propiedades.
Lo más recomendable es guardarlo en frascos o recipientes de vidrio con tapa hermética. Esto evita la contaminación cruzada y prolonga su vida útil hasta por una semana.
Es importante no introducir utensilios sucios o mojados en el recipiente, ya que esto puede acelerar la descomposición. Para porciones individuales, se pueden distribuir pequeñas cantidades en recipientes separados, así facilitará su consumo diario.