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Para la Alcaldía de Bogotá, el ingreso mínimo garantizado no está diseñado para los emberá que se quedan en La Rioja y La Florida.
El Parque Nacional es uno de los sitios emblemáticos donde miles de capitalinos disfrutan de paseos, deportes y actividades culturales.
Dos de los afectados permanecen bajo valoración médica y seguimiento.
El secretario de Integración Social, Roberto Angulo, expresó que los derechos de los niños “no son negociables ni transables”.
Si bien más de 500 personas volvieron a sus territorios, un grupo importante se negó a recibir apoyos del Distrito.
En total 1800 indígenas emberá regresarán a sus territorios al finalizar esta semana.
El Distrito confirmó que hay cerca de 300 indígenas que se negaron a retornar a sus regiones y serán traslados a la UPI La Florida.
La alcaldía dice que algunos menores podrían ser instrumentalizados "en acciones de ocupación indebida y riesgosa del espacio público".
La Secretaría de Integración Social asegura que atendieron a niñas y niños indígenas "en estado de alicoramiento".
El secretario de Integración Social, Roberto Angulo, dice que voceros de la comunidad emberá bloquearon la atención a menores.
La Secretaría de Gobierno respondió a las protestas de habitantes del barrio Montevideo y del sector del Salitre.
Reportan que la comunidad ha mostrado resistencia a obedecer recomendaciones.
El parque Nacional estaba cerrado desde el pasado agosto de este año.
Las autoridades resaltaron que se han recogido decenas de toneladas.
El Parque Nacional fue cerrado por dos meses para labores de restauración y limpieza.
En el transcurso de la tarde de este domingo, se espera que del Parque Nacional partan los 20 buses restantes.
Se espera que los miembros de la comunidad embera lleguen a sus destinos en la mañana del lunes 09 de septiembre.
Se han encontrado diferentes cuerpos en varias localidades de Bogotá.
El Distrito espera que el Gobierno cumpla con la promesa del retorno de los indígenas a sus territorios.
Los Emberá, desplazados por la violencia, viven de las monedas que piden en la calle. Las condiciones en las que viven son precarias.