Se les acabó el lavadero: ley prohibiría lavar motos en conjuntos

Los conjuntos residenciales en Colombia, cada vez más comunes en ciudades intermedias y capitales, se enfrentan a una nueva polémica: la posible prohibición de lavar motos y vehículos en zonas comunes o privadas de la propiedad horizontal. Esta práctica, habitual en parqueaderos y terrazas, podría estar en contravía de lo que permite la normativa vigente.

En el país, la Ley 675 de 2001 regula la propiedad horizontal y establece claramente que el uso de espacios compartidos debe respetar tanto el bienestar colectivo como el reglamento interno aprobado por la asamblea de copropietarios. Esto significa que no todo se puede hacer libremente en los parqueaderos o zonas verdes de un conjunto.

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Lo que dice la norma

La ley permite a los conjuntos residenciales establecer reglas internas que limiten o prohíban ciertas actividades en las áreas comunes o incluso dentro de los inmuebles si afectan a la comunidad. Actividades como lavar motocicletas, realizar cambios de aceite o reparaciones mecánicas pueden estar expresamente prohibidas si así lo ha definido la asamblea.

La razón de fondo no es caprichosa: el lavado de motos puede generar residuos, contaminación del agua, daños a las superficies y riesgo de accidentes por pisos resbalosos o sustancias inflamables. También puede afectar la convivencia si genera ruidos o uso excesivo de recursos comunes.

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¿Qué pueden hacer los residentes?

Cada año, durante el primer trimestre, los conjuntos deben convocar a la asamblea general de copropietarios, donde se aprueba o modifica el reglamento interno. En ese espacio, los residentes pueden proponer restricciones o, por el contrario, solicitar que se permitan ciertas actividades bajo condiciones específicas (como horarios o áreas delimitadas).

“Hay conjuntos donde se habilita un punto de lavado en una esquina del parqueadero, con el compromiso de que se limpie al terminar. Pero en otros, cualquier tipo de mantenimiento está completamente prohibido”, explica Javier Ruiz, administrador de propiedad horizontal en Bogotá.

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¿Y si alguien no cumple?

Si un residente insiste en lavar su moto en un lugar no permitido, la administración puede imponer sanciones económicas o incluso iniciar procesos disciplinarios internos. Todo depende de lo que establezca el reglamento y del tipo de propiedad horizontal.

La recomendación para los ciudadanos es clara: revisar el reglamento interno antes de lavar su moto en casa. Si no existe una norma clara, lo mejor es plantearlo en asamblea y evitar conflictos con vecinos o sanciones por parte de la administración.

Al parecer, para muchos amantes de las motos, se les acabó el lavadero. Ahora, mantener la moto limpia sin salir del conjunto requerirá algo más que agua y jabón: también será necesario el visto bueno de los copropietarios.